26.10.12

de los sueños fugaces de cinco segundos


Sumergido, muy profundo, convierto en cristales todo aquello que toco. El fondo marino, hasta este momento totalmente quieto, forma una cortina de arena cuando lo acaricio con la mano. Dibujo tirabuzones y formas imposibles, y las pequeñas párticulas de arcilla y grava brillan: los matices de los rayos del sol que apenas les llegan las convierten en estrellas de corta y pega, en luciérnagas enanas en un ambiente extraño.

Despierto y tan solo tengo el leve recuerdo de que buceo.

1.9.12

ultimátum de lo que no me dices.

- Háblame.
- Ya lo hago.
- No. Solamente me dices cosas. Quiero que me hables. Que vomites lo que sientes. Que caiga esa barrera de miedo y vergüenza que te detiene, ese aura de miedo al qué diré o al qué dirán. Ese bloqueo de pensar en las consecuencias de tus actos más alla de las próximas putas veinte jugadas del ajedrez del deseo y el sexo.
- Pero es que..
- No hay peros que valgan. Fóllame o quiéreme. Pero decide cuál de las dos opciones es la válida. Y recuerda el camino que te lleva a casa.

20.8.12

de los deseos.

Deseo viajar lejos, vivir en otra parte, poniendo en la maleta un saco de borrones y cuentas nuevas y aprendiendo desde cero rutinas que nadie te explica. Deseo volver a aparecer en un pueblo perdido en Cuba y compartir canciones, historias y mojitos con familias que te dejan marcado. Deseo momentos de conexión con gente desconocida pero cómplice. Deseo silencios en determinados momentos en los que lo más bonito que se podría decir ya se ha expresado en gestos, miradas, o sudores de piel dentro de piel. Deseo mojarme de nuevo bajo la lluvia en Tokio y deslizarme entre esa marea de paraguas transparentes. Deseo bullicio, y extender mis brazos en forma de cruz, y que la gente pase y los toque, como una marea infinita de brazos, hombros, codos, a los que pasar revista con los dedos. Deseo aquellas calles del centro de London en las que pasabas desapercibido y eras una gota más de las multitudes atareadas. Deseo abrir los ojos en algún lugar que no salga en los mapas, y que todo sea de color verde. Deseo volver a estar en conciertos entre la gente que me importa y compartir sentimientos que a ratos creo que he olvidado. Deseo estar presente en muchas fotos que veo. Deseo poder teletransportarme en el espacio y en el tiempo. Deseo dar la mano a alguien y que ese gesto provenga de dentro de mí. Deseo labios que no puedo tocar, ojos que no puedo mirar y cinturas que no puedo sujetar. Deseo pasar frío en un camino desierto en Islandia. Deseo despertar un día, mirarme al espejo, y dejar de sentir ese revoltijo del estómago que indica que mi cubo de los deseos sigue aún lejos de empezar a vaciarse.

Pero ante todo, deseo.

31.7.12

cosas que el tiempo trae y nadie te contó

Cansancio, que flota de una manera casi imperceptible y que solo podríamos medir si de golpe nos lo quitaran de encima. Berrinches de abuelo ante cosas que hace años habríamos hecho y que ahora nos parecen ridículas viéndolas en otros. Impaciencia en forma de minutos de aguante en negativo ante todo. Una carcasa interna que te protege para bien y para mal. Rutinas que te reconfortan y sin las que te sentirías menos tú. Experiencia (mucha) que te hace rebobinar mentalmente la película de tu vida y si te descuidas intentar averiguar cómo hubiera sido el guión si la escena del beso se hubiera rodado desde otro ángulo. Sueños tangibles, que en comparación con los de épocas pasadas, etéreos, al verse cumplidos tornan la victoria más descafeinada de lo que debiera ser.

Suma y sigue en la carrera de fondo de cerebros llenos de mierda.

25.7.12

clic!

Manos. Desayunos y cigarros. Elegir la derecha y pensar en izquierda. Poner estructuras y luego derrumbarlas. Perder el tiempo durante mucho tiempo, o invertirlo en rellenar con agua el fondo de un colador. Me pediste que te escribiera. Y esto es lo único que salió.

Enhorabuena, he vuelto (un poco más hueco).

Sigur Ros – Hljómalind