10.5.09

la burbuja y el reencuentro

- Hola - le dice ella.

- Hola - le contesta él.

- Lo siento muchísimo - dice ella mientras baja la mirada para esconderla tras sus pies -. No había intención ni malicia.

Él mastica todas sus respuestas amargas. Detras de ellos el concierto sigue, en una burbuja de irrealidad a siglos luz de distancia. Finalmente la mira.

- Te creo - miente, intentando autoconvencerse de que no es un yonki del sufrimiento.

Ella sonríe ante esa pequeña batalla ganada, y envalentonada por lo que parece ser una conquista de paises vecinos en una partida de Risk ya dada por perdida, decide probar suerte:

- Comencemos de nuevo.

- Vale.

- Hola, soy Sara.

- Hola, soy Juan.

- Encantada.

- Encantado.

Y se dan los dos besos más vacíos y unidireccionales de la historia.

25.4.09

escribo

Escribo sobre sensaciones. Escribo sobre momentos. Escribo sobre pensamientos que pasan, raudos, inquietos, por mi mente.

Escribo sobre colores, sobre sabores, sobre canciones y sobre percepciones. Escribo sobre la lluvia y sobre la nieve, sobre el sol y sobre las penas. Sobre sentimientos vacíos en habitaciones llenas.

Escribo y escribo, dejándome llevar, rozando sin querer aquello que siempre intento decir. Escribo y describo mi vida, mis pequeños momentos y mis grandes hazañas vomitando por igual sobre la rutina y sobre los imprevistos.

Escribo sobre el amor y lo que no es amor. Escribo sobre sexo y sobre llorarle a las camas vacías. Escribo sobre paraguas que resguardan de gotas que ya no están.

Escribo sobre el pasado y sobre el presente, escribo sobre el futuro y sobre hipótesis muertas. Escribo sobre las agujas del reloj que giran, giran y giran, y me dicen todo aquello que consideran necesario que sepa.

Pero lo importante es que escribo.

22.4.09

el verano que a ratos me invento

Esta mañana me han lanzado el verano a la cara, sin darme tiempo a apartarme. Y la lista de sensaciones que me trae pensar en ello hace que se me erice el vello de los brazos.

Puedo paladear a uno meses vista toda una serie de momentos, vivencias, fotogramas en blanco y negro, que de nuevo formarán un tapiz con el que cubrir otra etapa de mi vida.

Veo el sol, en lo alto. Veo los paseos. Veo las noches en mi balcón. Veo las mañanas a ritmo de James, Liquido, The Ataris, o tantos otros grupos de "arriba que toca vivir". Veo las fiestas. Veo los besos y caricias. Veo las horas de patinar y sudar. Veo el sentirme en paz conmigo mismo. Veo las conversaciones sin miedos ni ataduras. Veo los cielos despejados. Veo los conciertos y las borracheras fáciles. Veo la historia de mi vida escribirse con rabia y fuerza, alimentada por el calor y los colores vivos. Veo doces y menos unos, aunque de estos últimos serán pocos.

Que le jodan a la melancolía, señores y señoras. Hoy queda relegada al fondo del armario marrón.

Me siento bien.

The Ataris - In This Diary

9.4.09

una vida en canciones.. Love Of Lesbian - Allí donde solíamos gritar

Siguendo con aquella teoría (no sé si tan sólo es mía) que predica que toda vida puede narrarse como un puzzle de canciones.. señoras y señores, les presento a Love Of Lesbian desde su nuevo disco. No puedo dejar de escucharlo. Vean, vean:



¿A que no sabes dónde he vuelto hoy?
Donde solíamos gritar
Diez años antes de este ahora sin edad
Aún vive el monstruo y aún no hay paz

Y en los bancos que escribimos,
medio a oscuras, sin pensar,
todos los versos de “Heroes”
con las faltas de un chaval,
Aún están

Y aún hoy, se escapa a mi control,
problema y solución
y es que el grito siempre acecha,
es la respuesta.
Y aún hoy, sólo el grito y la ficción
consiguen apagar
las luces de mi negra alerta.

Tengo un cuchillo y es de plástico
donde solía haber metal,
y el libro extraño que te echó de párvulos
sus hojas tuve que incendiar

Y en los hierros que separan
la caída más brutal
siguen las dos iniciales
que escibimos con compás
Ahí estan...

Vertical y transversal,
soy grito y soy cristal,
justo el punto medio,
el que tanto odiabas
cuando tú me repetías que
te hundirá y me hundirá,
y solamente el grito nos servirá
Decías "es fácil" y solías empezar...

Y es que el grito siempre vuelve
y con nostros morirá,
frío y breve como un verso,
escrito en lengua animal
¡Y siempre está!

Te hundirá y me hundirá,
y solamente el grito nos servirá
y ahora no es fácil,
tu solías empezar.

Vertical y transversal,
soy grito y soy cristal,
justo el punto medio,
el que tanto odiabas cuando
tú me provocabas aullar

Y ya está, ya hay paz,
oh, ya hay paz
Y ya está, ya hay paz,
oh, ya hay paz

¿Por quien gritaba?
Lo sé y tú no.

No preguntabas,
tu nunca, no.

8.4.09

jódeme como antaño

El chico le cuenta a la chica sus penas. Y la chica le cuenta al chico las suyas. Y mientras comparten cerveza, hamburguesa, risas y regalos, lo que no se dicen con palabras cobra mucha más importancia que lo que se cuentan mediante el lenguaje.

Ella le dice un "me gustas".
Él le dice un "te aprecio".
Élla le dice que por su sonrisa conquistaría imperios.
Él le dice que es especial de veinte maneras diferentes.
Ella le dice que la necesita.
Él le dice que es mona.

Al salir, él llama a un taxi y la despide. Y ella utiliza ese apodo que ambos saben, y se marcha, nueva batalla perdida. Y cuando el carruaje con caballos parte hacia la Bastilla, ella entierra la cabeza bajo el ala y le imagina follando con las sirvientas.

5.4.09

miedo a los holas y a los adioses

No me da miedo el blanco. Ni tan siquiera me merece respeto la tonalidad gris claro que anuncia su llegada.

Me siento aquí delante, por enésima vez, y vomito de memoria y en prosa versos que nunca compondré. Palabras a deshoras que surgen ahora porque es su momento y su lugar, y que si no dejara aquí se perderían, como tantas y tantas cosas que creemos perennes y resultan caducas.

Todo es complicado y extraño, cada experiencia un mundo en el cual perderme. Puedo salir de mi cuerpo y verlo todo desde fuera, espectador impertérrito de mis inercias y rutinas, y calcular el ángulo y la velocidad con la que moveré (de nuevo) las fichas del tablero. Blancas, negras, rojas, da igual el color que elija.

Pensando en condicional, sintiendo en imperativo. Y tira "palante".

(como los de Alicante).

29.3.09

filosofia del echar de menos

Es sencillo de cojones: echo de menos. Y lo que echo de menos no tiene nombre ni apellidos.

La lluvia sigue cayendo en mi balcón, persistente, mientras vuelvo a abrir este mi portal hacia los que no se cansen de leer mis tiros en la cabeza de domingo por la mañana.

¿Qué echo de menos? Sensaciones, colores, momentos, tiempos verbales, colonias, manos.. la asociación de palabras sueltas que acuden a mi mente se convierte en un flagelo. Con él me azoto cuando tengo segundos desocupados, asomando entre las horas y los días como tallos de hierba fresca en un campo de amapolas.

Y en el fondo lo que más jode, lo que más le destroza a uno por dentro y le pica hasta morir, es que no escuchen aquello que no dice.

(plac)

Y a dormir evitando el móvil como si estuviera erizado de púas. Vosotros me entendéis.

20.3.09

Nubes

Resbalan. Suavemente. Piel de gallina. Blanco. Lágrimas. Voces de sirena y ecos de colores cálidos (y etéreos). Silencios que preceden a estallidos. Corazón a punto de estallar. Sensaciones. Gente que te rodea, los mismos compases. Conciertos. Simetrías. Sí. No. Nervios. Verde. Negro. Cerveza bajo la luna. Confusión. Repetición. Equivocación. Error.

15.3.09

sueño esquivo

Tras el tercer "vete a la cama" que me digo considero que ya es suficiente. Tres horas, tres, son las que han pasado desde que he llegado a casa hasta que me he convencido. Y es que a veces las peleas con uno mismo son un reto equiparable a escalar grandes y escarpados picos desnudo y con un piolet de goma.

Hoy he conseguido algo que me hacía mucha falta: no escucharme demasiado. Ayer (hoy, qué más da la forma de medir) mi mente jugaba a las conjeturas y a los dimes y diretes, cabilaciones de tres al cuarto en horas intempestivas, dolores de cabeza incisivos allí donde no puedes rascarte.

Y lo que he sacado en claro puede parecer superfluo: olor a tabaco, tos crónica de tísico terminal, una borrachera de espanto y la determinación de tomar las riendas de mi destino a cada oportunidad que se me presente.

(bonito final para una noche de fiesta).

10.3.09

conmigo

Cuando me detengo por un momento en lo que quiera que esté haciendo. Cuando me muevo en esos paréntesis que son los desplazamientos entre rutinas adquiridas. Cuando hago una pausa entre el decir y el repetir. Cuando miro al espejo por la mañana, con las legañas puestas y los ojos desorientados. Cuando el único sonido que me acompaña es el clac-clac de las teclas al (d)escribirme.

Cuando los párpados se me cierran de tan cansado, pero mi mente se agita y murmulla. Cuando me duelen la espalda y las decisiones lentas. Cuando llamo al ascensor y lo acaban de cerrar en otro piso y aun tarda unos segundos en ponerse en marcha y llevarme a donde sea. Cuando las puertas y los suelos crujen y solo quedo yo en pie para oirlo.

Es entonces cuando estoy conmigo.

Y a ratos, no me gusta.