No me da miedo el blanco. Ni tan siquiera me merece respeto la tonalidad gris claro que anuncia su llegada.
Me siento aquí delante, por enésima vez, y vomito de memoria y en prosa versos que nunca compondré. Palabras a deshoras que surgen ahora porque es su momento y su lugar, y que si no dejara aquí se perderían, como tantas y tantas cosas que creemos perennes y resultan caducas.
Todo es complicado y extraño, cada experiencia un mundo en el cual perderme. Puedo salir de mi cuerpo y verlo todo desde fuera, espectador impertérrito de mis inercias y rutinas, y calcular el ángulo y la velocidad con la que moveré (de nuevo) las fichas del tablero. Blancas, negras, rojas, da igual el color que elija.
Pensando en condicional, sintiendo en imperativo. Y tira "palante".
(como los de Alicante).
3 comentarios:
Eres de lo mejor para mis grises domingos...
Tus tonalidades me acompañan.
Un beso
val més pensar en colors i deixar els grisos per dies passats...
Cojones, es que me sigue pareciendo increíblemente extraño, curioso y hasta precioso (por aquello de que rima xD), que al leerte a ti, podría estar leyéndome a mí perfectamente. Es como mirar a otro y ver tu propio reflejo. Acojonante... (yo hace mil que no garabateo mi vieja libreta, creo que estoy perdiendo facultades...)
Un saludo, como siempre, desde las antípodas de lo común!!
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