- Hola - le dice ella.
- Hola - le contesta él.
- Lo siento muchísimo - dice ella mientras baja la mirada para esconderla tras sus pies -. No había intención ni malicia.
Él mastica todas sus respuestas amargas. Detras de ellos el concierto sigue, en una burbuja de irrealidad a siglos luz de distancia. Finalmente la mira.
- Te creo - miente, intentando autoconvencerse de que no es un yonki del sufrimiento.
Ella sonríe ante esa pequeña batalla ganada, y envalentonada por lo que parece ser una conquista de paises vecinos en una partida de Risk ya dada por perdida, decide probar suerte:
- Comencemos de nuevo.
- Vale.
- Hola, soy Sara.
- Hola, soy Juan.
- Encantada.
- Encantado.
Y se dan los dos besos más vacíos y unidireccionales de la historia.
3 comentarios:
Reencuentros como despedidas...
que será mejor?
Mejor la idea de no tener que despedirse.. Un saludo, gracias por pasarte.
ui! besos vacios y unidireccionales? la cosa no va bé
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