Caer desde una altura de un metro es muy fácil.
No tienes más que dejarte ir, surcar unos centímetros de aire y tocar el suelo, abrazado por las fuerzas de la gravedad y de la inercia. ¿Es un metro de distancia espacio suficiente para pensar en la película de tu vida? ¿Repasas, quizás, los últimos diez minutos? ¿O acaso inconscientemente vuelves al vientre de tu madre, a tus primeros momentos de llegar a ser, de suavidad y líquido amniótico?
Da igual como lo mires. Caer no tiene mérito. Tocas suelo, y de ahí no pasas, a menos que te hayan mordido el corazón o vaciado las miradas.
Ahora, levántate.
2 comentarios:
eiiiiiiiiiiiiiiiiiii que tienes el fotolog lleno!!!!pues poca broma que nosotras tampoco es q tengamos un planazo para findeaño y me apuno a un bombardeo!!!besos
por cierto soy volvoretass jajaja
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