30.10.05

recuerdo...

Me sonrío al pensar en partidas de póker, tuyas y mías. Cuando me sorprendo a mí mismo, a las dos de la mañana, pensando en lo que te dije o me dijiste, en lo que pensé o en lo que pensaste, tengo la sensación de una total perdida de fe en la conjugación de tiempos verbales.

Recuerdo verte desde donde yo estoy, hablando con otras personas y trabajando, sonriente y simpática. Y las ganas de que nos cruzaramos más a menudo, más cerca, más intensamente.


Y luego recuerdo mirarte en tu cama. Desnuda, templada al tacto, sexy, preciosa, con una fina película brillante, sudor con sabor dulce después de unas horas de sexo del bueno. Y recuerdo haber pensado en quedarme allí y comerte a besos, penetrarte de nuevo y hacerte mía hasta que de nuevo la luz tenue de la luna surgiera, y ni tu ni yo fueramos capaces de mover un sólo dedo. Y recuerdo la sensación de alegría.


También recuerdo los momentos en que me sorprendo a mí mismo queriéndote. Pensando en hipótesis escritas en amarillo miel. Recordando pasados y inventando futuros. Son instantes en que intento saber qué siento realmente, y en los que juego a perseguirme por las esquinas de mi mente...


Si alguna vez pensaste que era extraño no es más que por mi miedo a apostar todo mi dinero al quince rojo, y perder en un instante las pocas riquezas que llevo acumuladas. Odio las derrotas. Odio la tristeza.


Y lloro con los "seamos amigos" que me lanza la vida, que me golpean por la espalda y me hacen más viejo, sentimental y tonto que antes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me alegro de ke seas más tonto k antes ;p