19.9.08

de antes de ir a dormir (o de los planes sobre todo y nada)

El aire fresco que entra por la puerta del balcón anunciando que no son horas.

Los párpados que pesan como losas y dicen con voz queda que dormir se escribe con muchas zetas.

Las ganas de que llegue mañana como contraposición a las ganas de que el hoy acabe, no por nada en específico, sino porque quiero que siga el curso cósmico de todas las cosas e inercias.

La cama con sábanas limpias, suaves, con olor a detergente de Marsella y ese diseño tan chulo que escogí lleno de palabras de contexto francés (Paris, El Louvre, Fnac, cabaret, Avenue Montagne..).

La música (Sigur Rós) sonando al volumen de entresueño, allanando el camino que ya de por si está bastante liso a estas horas de la mañana.

Y como cada día, el mismo diálogo conmigo mismo. "La cama es muy grande, Oskar", me digo. "Eso es porque aunque odies también anhelas", contesto.

Y me voy a dormir escuchando a lo lejos las voces de gente que sube por la calle borracha, con un último pensamiento...

... sería interesante sonreir. Ni que sea un ratito... :)

5 comentarios:

Nacho Hevia dijo...

yo pierdo tantos planes entre el camino de mi casa al supermercado que cuando me los vuelvo a encontrar no recuerdo que iba a hacer con ellos

corazondemimbre dijo...

vayámonos a Italia pues, yo me lo estoy planteando... quizá allí sea más fácil rellenar nuestra cama con abrazos, completar la mitad de lo que somos, y descubrir que nuestra realidad es mucho más grande de lo que creemos...

qué bien que hayas vuelto

un abrazo y, como siempre, ánimo, que con ganas todo se supera, y quizá ya sea tiempo de ello...

Anónimo dijo...

Estuve una vez en Italia y, como en todos los lugares, se rie y se llora.
La cama que parece más grande es aquella que compartes con alguien y te encuentras solo.
Siempre hay un positivo y un negativo.
Un blanco y un negro.
Una en la que ayer estaba pensando:
Para no ahogarte en una piscina no debes vaciarla sino salir a flote.
Ya ves, muchos tópicos.
Como siempre, hermoso escrito que me hace sentir por la transparencia, por lo visceral.
Un fuerte abrazo, Oskar.

Patry dijo...

Que bien que hayas vuelto. No puedo negar lo abandonado que tengo esto pero me alegro de saberte aqui. Mi cama tambien se me hace grande, pero mas grande es la pereza de salir a buscar compañero.

Minimente dijo...

Adoro estrenar cama de sábanas limpias y suaves...

Adoro acurrucarme calentita debajo de las sábanas en invierno con la ventana un poquito abierta, para que entre el aire fresco de las montañas de al lado de casa y todo huela a pino y musgo... Adoro esos 20 minutos de reflexión, analisis del día y organización del día siguiente antes justo antes de dormirme. Pero más adoro cuando no pienso en nada de eso y fantaseo con todo aquello que anhelo y deseo...

Adoro dormirme, la música suena muy flojita... preludio de mis sueños.