1.10.06

de porqué solo escribo cuando estoy triste

Y mientras analizo esa frase y busco cómo contestarla, siento como mis conexiones sinápticas me responden con voz queda. Me hablan de sinergias entre penas y momentos. Si me paro ni que sea un segundo y reflexiono, veo la respuesta escrita en grandes letras en la pantalla de mi mente: me doy cuenta de que plasmar mis momentos tristes no es más que una consecuencia lógica que se deriva de la inercia. Una especie de ola marina que, al llegar a donde tu estás, te arrastra suavemente hasta la orilla. Escribir sobre ello sería el equivalente a dejar que mi mano dibuje figuras sobre la estela del agua.

De alguna manera tiene que quedar constancia escrita del qué y del porqué, muchas veces disfrazado de historia triste, historia críptica o simple riego de palabras sobre el manto de hierba de la creatividad. Para que cuando en otro momento, en otro lugar, pueda tener acceso a lo que dejé escrito, sea consciente de que aunque lo más importante sea el “hacia dónde”, siempre existirá un “desde dónde”.

Y si mi memoria persistente me falla y las alegrías del presente me convierten en (más) confiado y optimista, siempre tendré un baremo, con día, fecha, y hora, para que recuerde que, en ocasiones, cualquier tiempo pasado no fue mejor.


Compartirlo con vosotros es lo mínimo que puedo hacer.



(Y cuan difícil ha sido no plantear lo escrito en tercera persona...)




Para j, por servirme de inspiración.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

melancolia como tristeza creativa, poetica

la gente solo escribe cuando esta triste, y el mundo le parece una mierda cuando esta triste, algo curioso de analisis, cuando uno esta contento el mundo se convierte en la pelicula amelie, creen en el destino, la gracia divina, se olvidan de las quejas de hace dos días y se creen con potestad de aconsejar, y que hace que una persona cambie tanto de un día a otro, de un extremo a otro, seria curioso y gratificante saberlo para poderlo controlar y en algún momento materializar, lo cual a mi modo de ser viene a decirme que las tristezas de esa gente no son tan grandes o dramaticas cuando se pueden olvidar con un simple beso

cubreparaguas dijo...

'...a ella le gustaba estar triste a veces. Cuando estaba triste, coleccionaba palabras bonitas...'

Pero a lo mejor, esas palabras no tenían el sentido de 'bonito' que el resto del mundo entendía. Utilizó para ellas el mismo adjetivo que le regalaba a los abrazos de sus amigos, a esos que se daban con los ojos cerrados, desde dentro hasta más adentro. Hace mucho descubrió que ella coleccionaba cosas, y por defecto de algo más convencional, se convirtió en coleccionista de palabras; y después de tantas palabras metidas en cajitas o revoloteando en el aire como mariposas difíciles de cazar, las más simples, eran a veces las que mejor sabían abrazar.

Cuando esté triste, dame un beso en la frente, si no estás, me abrazarán las palabras, y puede que no entienda la tristeza, que incluso no sea suficiente, que no me haga comprender nada mejor...pero será desde dentro hacia más adentro, y aprenderé que sólo por eso, a veces me gusta estar triste.

(y no tiene que haber un porqué, es como la lluvia)