- Ya lo hago.
- No. Solamente me dices cosas. Quiero que me hables. Que vomites lo que sientes. Que caiga esa barrera de miedo y vergüenza que te detiene, ese aura de miedo al qué diré o al qué dirán. Ese bloqueo de pensar en las consecuencias de tus actos más alla de las próximas putas veinte jugadas del ajedrez del deseo y el sexo.
- Pero es que..
- No hay peros que valgan. Fóllame o quiéreme. Pero decide cuál de las dos opciones es la válida. Y recuerda el camino que te lleva a casa.
3 comentarios:
Cuanta precisión!!!
Cuantos dejamos pasar las mejores sensaciones por esos "pero..."
Urgente hay que aprender a soltar!!!
(Ojala ella también!)
mooola
BRUTAL
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