26.10.12

de los sueños fugaces de cinco segundos


Sumergido, muy profundo, convierto en cristales todo aquello que toco. El fondo marino, hasta este momento totalmente quieto, forma una cortina de arena cuando lo acaricio con la mano. Dibujo tirabuzones y formas imposibles, y las pequeñas párticulas de arcilla y grava brillan: los matices de los rayos del sol que apenas les llegan las convierten en estrellas de corta y pega, en luciérnagas enanas en un ambiente extraño.

Despierto y tan solo tengo el leve recuerdo de que buceo.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Una realidad aparte...