19.8.10

Rutinas

Cruzar el paso de peatones con el mismo pie. Pasear en albornoz durante diez minutos. Esperar a ver gente con gafas de sol antes de ponerme las mías. Disfrutar de mis cuentas atrás de mentiras para salir de la ducha. Bajar por las escaleras mecánicas más alejadas del Corte Inglés y volver por las mas cercanas, mientras me pregunto si mi estupidez tiene un límite. Dormir con el aire acondicionado. Abrazar siempre los cinco minutitos más de sueño. Convencerme de que sólo es una copa. Escuchar música e imaginar infinitos. Mirar la inexorable cuenta atrás de los domingos por la noche. Hacer castillos en el aire con naipes de esquinas rasgadas. Escribir cuando los cantos de sirena suenan igual que las voces de las putas de las Ramblas. Rasgarme el alma en trozos para compartir las esquirlas de ideas que resuenan dentro de mí. Beber zumo de naranja hasta no poder más. Mirar parejas e imaginar hipótesis por las miradas que se dirigen. Contar coches rojos. Bajar y subir las persianas sin motivo aparente. Odiar y amar la lluvia, a partes iguales, según el lado de la ventana del que me encuentre y del lado de la sonrisa en el que me resguarde. Dormir siempre en la misma cama y mirar el hueco de la otra, sintiéndolo un abismo.

Mirar cosas que me recuerden a polillas.

2 comentarios:

Gabriela dijo...

Cuanto se ve en tu rutina...
Eres un dulce que ama y odia la lluvia...
Como uno se deja ver entre las palabras, tal vez con menos pudor así.
Mas libre, no?

Un placer imaginar tu rutina!

Besos transoceánicos

La Vidazurda dijo...

La rutina nos va dejando KO poco a poco y lo peor es q no nos damos cuenta q en eso consiste la vida