Te he visto.
Ni aunque lo hubieras intentado a conciencia te hubiera sido imposible esconderte. Irradiabas.
Y yo, mudo, he vuelto a pensar en pedestales y templos que dedicarte, mientras esas escaleras automáticas me acercaban unos metros más a ti.
Al desaparecer tras los bordes de los edificios una parte muy profunda de mí lo ha hecho contigo.
Como mínimo hasta la próxima luna.
4 comentarios:
A mí también me sedujo, fue increíble.
Increíble también es cómo es capaz de provocar que mi mirada sea incapaz de no mirarla, como atraída por un imán; cómo hace que mi sonrisa brille con luz propia al descubrirla; y cómo las noches en las que su reflejo me acompaña mis sueños tienen un sabor especial...
Siempre precisa y cautivadora!
Amo dejarse seducir.
ha vuelto esa luna que se hace afín a ti?
mi sensibilidad te extraña
Dicen los expertos que el otro día pudimos ser testigos de un fenómeno que sólo sucede una vez al año: contemplar la luna más grande de lo habitual. Ya sabes, por su recorrido elíptico, que en estos días hacía que estuviese más cerca de nosotros.
Pero no sé... yo siempre la veo igual de grande (igual de brillante, y misteriosa)
He caído por estos lares de nuevo, porque me picaba la curiosidad, justo en medio de los omóplatos, a la altura de la nuca. Un saludo.
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