17.10.08

not another zombie movie

No hace falta medir el tiempo en días u horas si puedo hacerlo en fotogramas. Y la película que conforman, una vez montados, es la película de tu vida.

¿Sabes? En algún momento del pasado sucedió algo remarcable: la guionista de tu film se fue de birras con los dados del destino. Y juntos, hablando de diálogos sin sentido y de frases refritas de películas de los sesenta, confeccionaron un texto que debo agradecerles. ¿El motivo? En alguna parte de esa película, de ese documental que a ratos se te antoja crudo, hay un actor novel con ganas de hacerlo bien y de ayudarte.

Déjate de "silencio se rueda". Déjate de maquillajes y de iluminaciones. Sonríe ante la cámara, pues (ironías de la vida) la que tienes delante está enfocando al revés ahora.

Abrázame en los "aquí y ahora" que vayamos improvisando. Disfrútalos como yo lo hago. Sin necesidad de usar dobles en las escenas difíciles ni en las de cama, saboreando cada travelling circular como un nuevo enfoque para cada secuencia que vayamos imaginando.

Y si al rodar la última escena, la del beso, notas esa tristeza agridulce.. no te apures. Cierra los ojos. Disfruta de la banda sonora y del fundido a negro. Saborea mis labios como yo saborearé los tuyos, y durante los títulos de crédito te susurraré al oído la Gran Verdad sobre las Cosas.

(que las películas bonitas siempre tienen secuelas, que las escenas del beso siempre se tienen que rodar más de una y más de dos veces, y que, por suerte para ti, tú puedes ser la mejor amiga de la guionista)


dedicado a s, mi directora favorita

4 comentarios:

Anónimo dijo...

De la directora-guionista-coporotagonista al héroe de la película.

Viviré cada fotograma sin miedo a conocer el final, sea cual sea, porque lo que merecerá la pena será el contenido de las secuencias, la intensidad de esos planos detalle, su significado en cada momento y el sabor de boca que nos deje la película entera.

Además, una película, ya rodada, no tiene vuelta atrás y queda para la historia.

T. A.

Gracias.

Nacho Hevia dijo...

porque el "teatro" es un aquí y ahora...es la vida, la que nos dieron nuestros padres...es un grito que sale de nuestras tripas...y no tratemos de engañar a nadie...menos a nosotros mismos...

Anónimo dijo...

¿Sabes? Creo que lo bueno de la vida es que, desde que se levanta el telón hasta que se cierra por última vez, se van sucediendo los actos y cada uno de ellos constituye por si solo un principio y un final.
Un abrazo, Oskar.

Núria dijo...

Incluso se puede improvisar... a veces la lías, y dices cosas que no estarían en un guión preparado, pero quién sabe, pueden cambiar la película a mejor.

Bien, Óscar, bien... :)

Mua! N.