Hoy le ladro a la pena y la soledad. ¿Sabes? a veces tomar decisiones correctas es lo peor que uno puede hacerse.
Hace unos días decidí que A. Pensé largo y tendido cual sería la opción que doliera menos, y esa era B. Pero claro, a veces lo sencillo a corto plazo no tiene porqué ser lo más sensato a largo plazo.
Ayer finalmente hice A. Y con la pena dentro, seguí mirando la tele en un sitio que no era el mío, en un sofá que no era el mío y durmiendo en una cama que durante unas horas sí que fue nuestra. Y ese olor a nosotros ha sido la nana que me ha arropado.
Qué frías pueden ser las noches, las mañanas, y los despertares.
Hoy volvía del aeropuerto. Fuera hacía el mismo sol que en el planeta del que partí a las ocho. Pero dentro de mí, A se removía como un postre a medio digerir, estirando las terminaciones nerviosas de mi cerebro y diciendole que de sol nada, que las nubes amenazaban tormenta y que esta vez no era una lluvia de la que repiquetea en los cristales y te adormece.
Al llegar a casa B ha intentado volver a mi mente. Y al sentarme al ordenador y mirar el horizonte a través de la pantalla apagada, A ha cobrado fuerza tímidamente.
He escrito un mensaje, y he llorado como un niño. Qué imbécil.
Ayer por la tarde, entre risas, toallas, bocadillos y bellotas, hablaba contigo de la química del cerebro. Y hoy esa misma química me devuelve la pelota. Pues aunque no seamos más que carne, hueso y sangre, las agujas de la vida siguen pudiendo atravesarnos.
Elijo A. Y lloro.
3 comentarios:
recuerdas cuando me decías que escribías y borrabas mil veces, para decir algo tan simple como "me gustas"?
pues mira, tan simple como que nunca me olvidaré de ti.
Tan simple como que eres increíble.
Nunca dejarás de ser "mi niña". Aunque duela.
mua.
No sé cómo llegué tan lejos...pero que increíble que al otro lado alguien -en este mismo momento- este viviendo una situación tan similar a la mía....
Nada, al final no se puede elegir...no sé
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