24.7.08

shhhh...

- Atrapa esa nube - implora él.

- Es imposible - le contesta ella. - Está demasiado alta.

- Atrapa esa sonrisa - le pide él.

- Es imposible - le dice ella. - Las sonrisas no tienen brazos que estirar ni piernas a las que hacer trabanquetas.

Él se remueve, intranquilo. La cosa no va bien, y en su corazón de niño las cosas son diferentes y funcionan sin necesidad de engrasarse.

Levanta la mirada de nuevo y dice:

- Caza para mi algún entremomento.

Ella le mira sin entender nada mientras se coloca bien el pelo tras las orejas, en un intento por controlar su larga melena. Sus grandes ojos fijos, marrones y verdes, clavan una interrogativa mirada a los del chico (negros azabache, sinceros, curiosos).

- ¿Y se puede saber qué narices es un entremomento? - le pregunta finalmente.

El chico sonríe para sus adentros. Sabe que ha capturado su atención, de la misma manera que una cámara Polaroid sería capaz de detener una mirada y reconvertirla en una eterna pregunta, tan larga como él desee y espere para responder. Coge una piedra y la lanza al río con un gracioso ademán. Le gusta sentirse el centro del mundo durante esos instantes, le hace sentirse importante para ella, le hace creer que realmente es dueño de su interés y sus interrogantes.

La chica, impasible, le repite la pregunta de nuevo en un tono al que se le pueden observar matices de impaciencia rasgada.

Finalmente, él le contesta:

- Esto. Esto es un entremomento. El espacio de tiempo que queda entre tu pregunta y mi respuesta, con ese matiz de algo que queda a medias. Es la bocanada de aire que coges cuando vas a decir algo y no lo dices, por miedo, por vergüenza, por apuro, por tener horchata en vena o hielo en sangre.

>> Es el beta entre un alfa y un omega. Es el vacío entre los puntos suspensivos de las frases con doble, incluso triple sentido. Es ese instante siguiente al momento en que que alguien dice "a" y la persona de la silla de al lado dice "e", y coinciden en el mismo segundo y se miran confundidos esperando que sea el otro el que mueva el álfil y el caballo.

>> Es la pausa durante la cuál alimento mi ego, esa pequeña parte de mí, herida, profunda, frágil, diminuta, en la que habito y coexisto con mis miedos; la pausa en la que finjo que importo y que te importo, y que mis heridas podrían ser las tuyas y las tuyas las mías.

>> Es el espacio de tiempo en el que la gota del rocío cae al suelo y tu percepción de ese lapso la convierte en interminable. Y cuando suena, casi imperceptible, y hace plink... se rompe el hechizo del entremomento.

La chica lo mira de otra manera. Y calla mientras él sigue tirando piedras al río. Y disfruta de los entremomentos sin decir nada que pueda estropearlo.

(Y cuando las hojas caigan al cabo de unos días, ya no seran tan niños).

21.7.08

lo de ayer y lo de siempre

Salíste, saltaste, vibraste, bebiste.

Te agobiaste, sufriste, pensaste, te cansaste, te rallaste y te medio-dormiste.

Sudaste, bailaste, tonteaste, conociste.

Besaste, lamiste, tocaste y te corriste.


Disfrutaste. Como suele suceder en esas ocasiones. Y como dice la canción de The Verve (grandes, muy grandes, en directo): una sinfonía agridulce.

Lo de ayer y lo de siempre, vamos.

15.7.08

ver

Y ver que todo tiene un porqué,
un origen y un final,
un de aquí y un hasta allá,
un antes y un después.

Y por debajo de todo esto, poder verle los cuatro pies al gato.


Yo, mí, me, conmigo.

12.7.08

puedo / no puedo

Puedo hacer como que las paredes son más interesantes. Puedo tener conversaciones banales en las que las palabras tabú abundan aquí y allá, salpicándolo todo de frases esquivas y retorcidamente vacías. Puedo jugar al no me importa y no me afecta. Puedo disimular que las piernas me tiemblan y los nervios me traicionan.

No puedo soportar el sentirte brillar como un faro. No puedo entender que hayas sido mía y que todo se haya desvanecido en una gris bruma. No puedo no sentir nada. No puedo aceptar tratos en los que mis ejércitos tengan que marchar en direcciones tan equivocadas. No puedo parar la hemorragia, que sangra, sangra, y sangra, y me deja hueco por dentro como lo estaría un niño pidiendo un helado y llorando durante horas, incomprendido. No puedo conjugar el verbo estar en pretérito imperfecto y cortarlo en dos como si fuera una sandía.

Esto es lo que puedo y no puedo hacer.

8.7.08

esquisiteces musicales

Empate a uno. Sin riesgos.

Y hablando de esto y aquello, hoy querría darme un paréntesis en estas mis memorias tristes para lanzar a quien me lea una perla musical, una de ésas que si no la conocías antes de que te la recomendara, te preguntarás qué estuviste haciéndole a tus oídos los últimos años, cómo lo hiciste para conciliar el sueño en las noches traicioneras o dónde estuvieron escondidas esas notas que, a partir de ahora, te mostrarán el camino a casa.

El tuyo, y el de muchos.

Permíteme, por último, que comparta contigo un mantra que asumo conocerás, pero que en este instante de mi vida, y ante la aterradora cantidad de caminos rabiosamente individuales que observo y sufro, se me antoja necesario recordar:

"No estás solo. No estás sola"

Y dicho esto, señoras y señores.. les presento a The Album Leaf.


The Album Leaf - Always For You

In the air I flew
Through the clouds I fall
Through the country I've walked
In front of temples I've stood
Before the ocean I pray
And I said your name

In the air I flew
Through the clouds I fall
And all the things I've tried to say
Were never easy to explain
They were always meant for you

And all the memories that were made
For years and years
I've chased this day
They were always for you
Always for you

In the air I breath
Through the clouds I see
Through the cities I've walk
In the castles I dreamed
On the mountain I climb
When I call your name

In the air I flew
Through the clouds I've fell
And all the things I've tried to change
Were never easy to contain
They were always meant for you
(always for you)

And all the memories will never fade
For years and years
In my heart you'll stay
It was always for you
Always for you
Always for you

And all the pieces that remain
They will build a place for us to stay
They were always meant for you
(always for you)

And all the chances that we take
For years and years
We'll have this place
They were always for you
Always for you





Para H, que afortunada o desafortunadamente, no recuerda el camino de vuelta a mi blog...

5.7.08

la percepción (errónea) de las cosas

Hoy me he dado cuenta de algo: todo en esta vida es un juego de percepciones.

Quizás esta noción ya existía en mi interior desde antes, puede que viniera impresa de serie desde que salí de la fábrica, o puede que simplemente la haya inferido de tantas y tantas patadas en la boca del estómago.

El caso es que mira, oye, me doy cuenta justo ahora: para guiarme por la vida tan solo cuento con un par de brazos, un par de piernas, un par de ojos y oídos, una boca (Dios me libre de tener dos) y un saco de percepciones. Mis percepciones.

Ellas son las que de alguna manera guían el sendero. En base a ellas pienso, me decepciono, río, busco el cobijo de otros, odio, abrazo, tiemblo, o estallo en mil millones de pedazos rotos.

Esta mañana mis percepciones han venido a darme los buenos días. Me han traído el almuerzo a la cama y me han estado explicando toda una serie de historias que han despojado a mi antiguo yo del optimismo con el que pretendía empezar el día. Luego me han dado unas palmaditas en la espalda y se han largado quién sabe dónde. Como si fuera a echarlas de menos.

Así que ahora me encuentro con que no tengo visión sobre nada. Ando (si cabe) más perdido que nunca. Y todo estalla en pedazos y puedo verlo, y en realidad es un gran problema, porque equivale a tener las esquirlas de un cristal reventado dirigiéndose a toda velocidad hacia mí y carecer por completo de manos con las que, en un instintivo gesto, intentar parar la que se me viene encima.

Qué no daría yo ahora por conseguirme una bolsita pequeña, de las de supermercado, llena de nuevas percepciones. Y si pudiera elegirlas, las pediría pintadas de rosa palo.

O yo me equivoco siempre o es el mundo el que no funciona como debiere. Maldita Navaja de Occam.

Buenas noches...

4.7.08

una mañana de no domingo

Cuando abre los ojos lo primero que percibe es la luz: intensa y brillante, lo envuelve todo, en el equivalente óptico a hacer sonar un badajo y despertar con su sonido a todo el vecindario. Le hiere los ojos, poco acostumbrados, y cuyo único recuerdo de luz son las luces verdes de aquella discoteca.

Su mente tarda unos veinte segundos en saber cuál fue. Será la resaca, se dice el chaval. O será que recordar lo de ayer es un poco abrir algunas rendijas de ventanas cerradas a cal y canto.

Se levanta, se pone los primeros pantalones que encuentra, y se medio arrastra por el pasillo. Al llegar al baño, se mira durante unos minutos en el espejo, con el mismo ritual de siempre. Ouch, un arañazo en el brazo. Y sonríe, se acuerda de cuando estuvieron bromeando empujándose, y supone que la marca proviene de eso. Luego, lentamente, abre la boca y se examina la lengua. Efectivamente, no parece una lengua, sino un zapato. Puto alcohol, se repite, como si convencerse de eso impidiera futuras borracheras.

Sale al balcón y respira hondo. Sol. Aire. Y en el iTunes de su ordenador suenan The Smashing Pumpkins.

Vaya, se dice, al final resultará que incluso las mañanas de no domingo tienen su qué.


(y aunque le entristece recordar esto y lo otro, se dice que hoy será un buen día)

3.7.08

las horas largas

Las horas largas son aquellos conjuntos de minutos en los que el tiempo se ralentiza dolorosamente, y tú miras el reloj y las manecillas son una burla, puesto que ni siquiera las ves a ellas, lo único que haces es pensar en aquello que no estás viendo y que es bastante probable que esté sucediendo y te esté doliendo, y en cambio tú estás aquí, gris, conmocionado, confundido, resignado, dejando que las horas largas te raspen la epidermis dejando feas y mezquinas marcas de color carne y lágrima.


Las horas largas son sesenta minutos de lo que está siendo y no sabes en lugar de lo que podría haber sido, una especie de guerra de tiempos verbales en los que el vencedor es aquel que te proporcione mayor número de puñales por centímetro de espalda, y esos sesenta minutos duran muchísimo más que la suma de sus segundos, cada uno de ellos repiqueteando en tu cerebro como pequeñas y afiladas agujas, y el resultado final es un tatuaje de motivos tristes que la gente puede observar al verte por la calle y que tú, pobre infeliz, ves cada día al despertarte y mirarte en el espejo del cuarto de baño.

Y ahora nos vamos, mis horas largas y yo, a compartir ese espacio de mi cama reservado solamente para mí y para las personas caducas que el tiempo va trayendo.


Muchas caras, ninguna fija, dicen mis horas largas. Y llevan razón, y no es mi culpa.


Llanto de niño herido.

1.7.08

hurt

Volviendo a aquello de que la vida de cualquier persona puede ser perfectamente reconstruída a base de retazos de canciones, de pequeñas pinceladas de versos de grupos que una vez fueron o que aún son, que pasan sin pena ni gloria entre los recodos de la fama, o que triunfaron moviendo (y removiendo) a todo el mundo.. como decía, volviendo a todo eso, me viene de nuevo a la mente el sr. Johnny Cash versionando a Nine Inch Nails.

Me rompe por dentro. Me hiere.


"I hurt myself today
to see if I still feel
I focus on the pain
the only thing that's real
the needle tears a hole
the old familiar sting
try to kill it all away
but I remember everything
what have I become?
my sweetest friend
everyone I know
goes away in the end
and you could have it all
my empire of dirt

I will let you down
I will make you hurt

I wear this crown of thorns
upon my liar's chair
full of broken thoughts
I cannot repair
beneath the stains of time
the feelings disappear
you are someone else
I am still right here

what have I become?
my sweetest friend
everyone I know
goes away in the end
and you could have it all
my empire of dirt

I will let you down
I will make you hurt

if I could start again
a million miles away
I would keep myself
I would find a way"