12.12.06

Sigur Rós (V)

Supongo que tiene que ver con el frío.

Y en este caso la ambivalencia de la situación tiene su qué. Frío interno, y frío externo.

La piel me cosquillea mientras escribo, y es una sensación que, sin llegar a ser molesta, me incomoda. Lo mismo que siento por dentro. En el pasado hubieran sido angustias y noches sin dormir. En el momento actual no deja de ser un picazón en un lateral de las costillas. Allí donde las malas lenguas sitúan el corazón.

Borrón y cuenta nueva en una libreta cada año más vieja. Y con la banda sonora de siempre acompañándome. Y más frío. Y escarcha en el corazón, en la mente y en las palabras que quise haber dicho. Y hielo, hecho con las miríadas de pedazos de lo que podría haber sido y de lo que me ocultaste por cobardía o confusión.

Y mi rúbrica al pie de página. Una más, esta vez llena de la misma palabra, escrita una y otra vez. Desilusión.

Me despido pues, por hoy. Es la hora de marcharme. La nieve acecha ya, y debo correr a cobijarme a mi cabaña. Islandia es muy fría en esta época del año.

Cuídense.



P.D.: Se que tú (sí, tú) jamás leerás esto, pero en algún sitio tengo que escribirlo: no te has dignado a hablar conmigo... todo lo que he deducido ha tenido que ser por inferencias de tus actos. Ni te imaginas cómo duele. Ojalá pudiera odiarte.